La Peluquería Francesa es mucho más que un lugar para cortarse el pelo; es un verdadero ícono del patrimonio cultural del país. Con más de 150 años de historia, se destaca por ser la segunda peluquería más antigua del mundo en funcionamiento. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la Peluquería Francesa y por qué es una visita obligada en Santiago.
Historia de la Peluquería
Fundada en 1868 por Juan Boulin, un peluquero francés que se estableció en Chile, la Peluquería Francesa es testimonio de la influencia europea en Santiago a fines del siglo XIX. Ubicada en el barrio Yungay, ha mantenido su estilo original y encanto a lo largo de los años.
Con más de 150 años de historia, ha atendido a personalidades destacadas de Chile y el extranjero. Su interior, decorado con espejos antiguos, fotos y detalles de época, cuenta la historia de generaciones que han pasado por sus sillones de cuero.
La Peluquería Francesa: Un patrimonio vivo
La Peluquería Francesa en Santiago destaca por conservar la esencia del pasado y seguir siendo relevante. Muchos de los muebles y equipos que se utilizan datan de sus primeros años, creando una atmósfera que transporta a sus clientes a otra época. Declarada Monumento Nacional, su protección y conservación son esenciales para el patrimonio chileno.
A lo largo de los años, la peluquería ha ampliado sus servicios, ofreciendo no solo cortes de cabello, sino también tratamientos de belleza y barbería. Sin perder su estilo clásico, ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias sin dejar de lado su elegancia.
Cristóbal Merino, barbero desde hace más de cinco años en la peluquería, sostiene que su trabajo mezcla su gusto por la historia con su profesión y que esto es algo que funciona muy bien el local.
Merino comenta que “aquí las sillas en las que atendemos a las personas son de 1910, los lavatorios de los años veinte y tenemos un seca toallas que también es de más o menos la misma época. Acá se respeta esa identidad que tiene la peluquería con tantos años funcionando“.
Al entrar al lugar, se escuchan tangos y boleros, las paredes completamente ornamentadas, los barberos vestidos tal cual se usaba en los principios de la peluquería. Ingresar es una experiencia de retroceder a los comienzos de siglo en Santiago.
Ir a la Peluquería Francesa no se trata solo de un corte de cabello, sino de una experiencia integra. El edificio alberga el restaurante Boulevard Lavaud, donde los clientes pueden disfrutar de una comida o bebida tras su cita.
Además, cuenta con una Galería de Arte y Antigüedades, donde se pueden comprar piezas históricas o simplemente admirar la colección. Este espacio complementa la atmósfera única, ofreciendo una inmersión en la historia de Santiago.
Cristóbal, en ese mismo sentido, sostiene que “la fama de la peluquería nos hace atender a personas muy distintas una entre otras, escuchar diferentes historias y que buscan distintas cosas. Pero todas vienen buscando esa experiencia de retroceder en el tiempo y esa experiencia se da aquí”.

Fotografía por Martín Aceval
Testimonio de tradición y estilo
La Peluquería Francesa en Santiago no solo es conocida por su antigüedad, sino también por mantener su nivel de excelencia. Cada corte, afeitado o tratamiento se realiza con un toque de tradición y atención al detalle.
Pocas peluquerías en Santiago pueden competir con la rica historia y el legado de la Peluquería Francesa. Su ubicación en el barrio Yungay, un sector lleno de cultura y tradiciones, la convierte en una parada obligada para aquellos que buscan una experiencia más allá de un simple corte de cabello.
¿Por qué visitar la Peluquería Francesa?
Si estás buscando una experiencia que combine historia, cultura y belleza en Santiago, la Peluquería Francesa es el lugar ideal. Ya sea que necesites un corte de cabello o simplemente quieras conocer uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, esta peluquería ofrece una experiencia única e irrepetible.
Además, su antigüedad y estilo clásico la convierten en un punto de referencia tanto en Chile como a nivel internacional. La Peluquería Francesa sigue siendo un espacio relevante y, al mismo tiempo, conserva el legado de más de 150 años de tradición.
La Peluquería Francesa en Santiago es mucho más que un salón de belleza. Con más de 150 años de historia, es un viaje al pasado, una conexión con la cultura y una oportunidad de disfrutar de uno de los patrimonios más importantes de la ciudad.
Ya sea por curiosidad o porque necesites un corte, visitar la Peluquería Francesa será una experiencia de la que no te arrepentirás. No pierdas la oportunidad de conocer uno de los rincones más fascinantes de Santiago, donde la tradición y la modernidad se encuentran en perfecta conexión.