¿Dónde hacer pilates en Santiago? Te contamos más sobre este ejercicio, sus beneficios y dónde practicarlo.
En la capital se practican múltiples disciplinas deportivas, desde el ciclismo hasta el tenis. También, hay muchos centros donde puedes tomar clases de pilates. Este ejercicio es de bajo impacto, pero tiene un efecto fortalecedor en todos los músculos del cuerpo.
¿Sabías que el pilates se creó en un campamento de prisioneros en la Primera Guerra Mundial? Sigue leyendo después del listado para conocer los increíbles orígenes de este ejercicio.
Dónde hacer pilates en Santiago
1. Providencia: Enjoy Pilates
El ambiente en Enjoy Pilates es cercano y amable, con un foco en cuidar además la salud mental. Las clases complementarias que ofrecen te ayudarán a fortalecer aún más tu técnica. Está ubicado en Nueva Providencia 2260 (piso 3, local 120)
2. Vitacura: Inhala Pilates
Inhala Pilates es un centro muy profesional y dinámico. Verás una mejora en tus posturas muy rápidamente gracias a la cuidada intensidad de sus clases. Se encuentra en Eduardo Marquina 3937.
3. Santiago: Pilates Zhu
Los profesores en Pilates Zhu tienen una extensa trayectoria y saben distinguir muy bien qué rutinas se adaptan de mejor manera a tu cuerpo. ¡Los novatos son muy bienvenidos! Puedes encontrarlo en General Jofré 391.
4. Las Condes: Paddy Coary Pilates
Una de las especialidades de Paddy Coary, quién es irlandés radicado en Chile, es tratar los dolores de espalda. En este centro de pilates verás una mejora en esa clase de dolencias gracias a los ejercicios de fortalecimiento. La sede está en Alsacia 57.
5. La Reina: Black Pilates
Este bonito estudio de pilates es un ambiente acogedor e inclusivo, sin dejar de ser muy eficiente en las rutinas que ofrece. Las mujeres que estén con postnatal pueden venir con sus hijos, ya que cuenta con un espacio para ellos. Está ubicado en Av. Ossa 235.
6. Puente Alto: Domo Reconectando
Un sitio único para practicar pilates conectado con la naturaleza. Este centro cuenta con un domo transparente con vistas al jardín. ¡Para reforzar todo tu cuerpo rodeado de verde! Encuéntralos en Av. San José de Maipo 6997.
7. Maipú: EG Ekilibrio
En este centro de profesores cálidos y comprometidos, no solo encontrarás pilates, sino también talleres de meditación y yoga. En EG Ekilibrio puedes trabajar tu cuerpo y mente. La dirección es Libertador Gral. Bernardo O’Higgins 1794.
¿Por qué hacer pilates?
Junto con el pádel, el pilates ha experimentado un aumento en su popularidad. Sobre todo en redes sociales, donde este ejercicio se viralizó gracias a su estética. Muchas creadores de contenido fitness recomendaban hacer pilates e incluso se popularizó el término “pilates princess” por su estética grácil y femenina.
Sin embargo, el pilates es apto para cualquiera, y a pesar de que se le asocia con delicadeza, lazos rosas y brunch. Se caracteriza por trabajar la musculatura profunda, que son los músculos en nuestro cuerpo más cercanos a los huesos. Para esto, en el pilates se aplican cientos de ejercicios con complementos y máquinas.
En una clase de pilates intervienen todos todos los grupos musculares de una manera progresiva y muy controlada. Durante la sesión, se realizan extensiones, flexiones y rotaciones.

La filosofía del pilates es practicar la conciencia sobre tu propio cuerpo para poder controlarlo de la mejor manera, logrando movimientos precisos y eficientes.
Los increíbles orígenes del pilates
Joseph Pilates, nacido en Alemania, tenía asma y dolencias reumáticas. A pesar de esto, siempre fue cercano al deporte, ya que su padre era gimnasta. Él le enseñó boxeo y atletismo de velocidad.
Durante la Primera Guerra Mundial, Joseph fue prisionero por años en la Isla de Man. Ahí, veía cómo sus compañeros se deterioraban, entre otras cosas, por la falta de actividad física.
Joseph comenzó a fijarse en los gatos que circulaban por el lugar. Los gatos, notó, eran ágiles y despiertos. Usaban cada músculo en sus cuerpos.
Entonces, comenzó a diseñar un sistema de ejercicios que entrenara todo el cuerpo para generar una calidad óptima de movimiento gracias al control. ¡Igual que los gatos!